Consejo Matrimonial del Mes

“Practiquen la gratitud intencionalmente.”

¿Qué quiero decir con “practicar la gratitud intencionalmente”? Pues me refiero a tomar en serio la importancia de la acción de dar gracias. Hacer un alto durante el día para expresar gratitud consciente y deliberadamente. A veces lo hacemos a “vuelo de pájaro” al comenzar a orar diciendo: “Señor, gracias por este día…” pero procuremos profundizar más en esa acción de gracias.

Un excelente ejercicio para hacer en familia durante este mes es que cuando se sienten a cenar juntos, cada uno exprese una razón por la que está agradecido(a) ese día. Es una actividad que pueden hacer tanto los adultos como los niños en la familia y nos ayuda a enfocarnos en las bendiciones que Dios nos da. Cuando tomamos unos minutos para agradecer por lo bueno que nos ha sucedido durante el día, las cosas negativas dejan de parecer tan grandes o importantes. Además, hacer esto nos mantiene enfocados en la bondad de Dios.

Así que practiquemos la gratitud intencionalmente. Recordemos deliberadamente cada uno de los beneficios que hemos recibido de Dios. Demos gracias junto a nuestro cónyuge. Agradezcamos junto a nuestros hijos. Hagamos de la gratitud un hábito en nuestros hogares.


Que todo lo que soy alabe al Señor;
con todo el corazón alabaré su santo nombre. Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí. Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. Me redime de la muerte
y me corona de amor y tiernas misericordias. Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del águila!” – Salmo 103:1-5

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