“Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo.”
Gálatas 6:2
Recientemente observé una imagen (Christian Digital Artwork) inspirada en el versículo de Gálatas 6:2 que me impactó ya que presentaba a un hombre y a una mujer que parecían estar abrazados, pero en realidad, cada uno estaba sosteniendo la carga que el otro llevaba sobre sus espaldas. Eso me llevó a pensar en que usualmente cuando leo ese versículo bíblico, no lo aplico directamente a mi matrimonio. Lo leía y apreciaba en una forma más general, como ayudar al prójimo, orar por otros, dar palabras de aliento y consejo. Pero al observar la imagen fui confrontada con la verdad bíblica que siempre ha estado clara: mi esposo es mi prójimo.
Me pregunté cuántas veces en lugar de ser un alivio a sus cargas, habré quizás aumentado su carga al quejarme o pedirle algo por capricho. ¿Cuántas veces me he frustrado con él o he sido injusta en mi comportamiento, añadiéndole cargas? Pensé en las ocasiones en que oro y me propongo cumplir bien mi rol de esposa y tan pronto abro la boca, “meto la pata”, como decimos en Puerto Rico. Si me pongo a tratar de sacar cuenta, son múltiples las ocasiones en las que, en lugar de ayudarlo a llevar la carga, solo he añadido a la misma.
La naturaleza pecaminosa del corazón nos lleva a buscar que otros nos ayuden con la carga, en lugar de aliviar nosotros la de ellos. Es la razón por la que continuamente necesitamos rendir el corazón a Cristo. Para cumplir Su ley, nuestro corazón debe estar rendido a Él de modo que anhelemos y procuremos obedecerlo. Nuestra naturaleza pecaminosa siempre estará buscando la auto-satisfacción y el bienestar personal. La enseñanza bíblica nos lleva a mirar fuera de nosotras mismas para obedecer a Cristo en nuestro hogar, obrando como mujeres virtuosas.

Luego dijo Jesús:
“Vengan a mí
todos los que están cansados
y llevan cargas pesadas,
y yo les daré descanso.” – Mateo 11:28
Una de las razones más importantes para seguir la enseñanza de ayudar a llevar las cargas del esposo es que cuando lo hacemos, damos honra a Dios con nuestro matrimonio. A través del diseño divino del matrimonio se muestra una imagen del Evangelio. Jesús dijo: “Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28). Estamos viviendo el Evangelio cuando ayudamos a llevar las cargas del esposo, mostrando el amor de Jesús al seguir Su ejemplo.
En el diario vivir, se nos presentan muchas oportunidades para ayudar al esposo a llevar la carga. Desde temprano en la mañana, cuando tenemos el tiempo devocional con Dios, podemos orar por el esposo y pedir específicamente por aquellas necesidades que él nos ha expresado. Podemos servir con corazón alegre en el hogar, dar palabras de afirmación, abrazos, colaborar en la administración de las finanzas con prudencia y ser diligentes con las responsabilidades a nuestro cargo. Dialogar en vez de discutir, preguntar en vez de suponer, expresar nuestro sentir en lugar de esperar que el esposo lo adivine. Dios nos ha dado la habilidad y la capacidad de ayudar al esposo. La Biblia también nos enseña que la buena semilla da buen fruto, por lo que no debemos cansarnos de hacer el bien (Gálatas 6:9).

“Así que no nos cansemos
de hacer el bien.
A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones
si no nos damos por vencidos.” – Gálatas 6:9
Sé que estos conceptos suenan contraculturales, pero la realidad es que provienen de la Palabra de Dios, la fuente de conocimiento más certera que existe. Necesitamos mantener el enfoque en lo eterno, en lo que glorifica a Dios. No seamos como niñas fluctuantes, llevadas de aquí para allá por las tendencias de moda o filosofías modernas. Estamos llamadas a rendir el corazón a Él para que nuestro entendimiento sea renovado conforme a Su Palabra y recibir la valentía para hacer lo que ella enseña, aunque sea contrario a lo que promueve la cultura. Tengo la seguridad de que Dios sigue levantando mujeres virtuosas y valientes que ayudan al esposo con su carga y que anhelan que sus familias honren a Dios.

Tuve que buscar la foto que mencionaste; hermosa ilustración. Gracias por este mensaje que definitivamente nos hace pensar más allá y reevaluarnos.
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Gloria a Dios por todo. Definitivamente, la ilustración es hermosa e impactante; motiva a la reflexión. Gracias por tu comentario. Muy apreciado. Bendiciones.
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