Diferentes para Complementarnos

“Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”Génesis 1:27

Desde la creación se hace claro que hay una distinción entre el hombre y la mujer. A quienes hemos trabajado orientando parejas antes del matrimonio, nos ha tocado hacerles notar las diferencias que caracterizan a ambos sexos. Se han escrito muchos libros que trabajan el tema y se han dictado cientos de conferencias sobre el mismo también. Creo que, en algún momento, todas hemos dicho o escuchado la frase: “Los hombres son así…”, refiriéndose a algo que los caracteriza y los hace diferentes a nosotras.

“Los cerebros de hombres y mujeres funcionan de manera diferente, según han demostrado los científicos por primera vez en un avance que demuestra que el sexo sí importa en la forma en que las personas piensan y se comportan.”, según estudios realizados en la universidad de Stanford. Esto crea controversia entre los académicos que piensan que es la cultura y no la biología lo que establece las diferencias entre el hombre y la mujer. La realidad es que la ciencia sigue comprobando la verdad contenida en la Biblia. Dios creó al hombre y a la mujer de formas diferentes.

Esta verdad es fundamental para el matrimonio. Cuando no entendemos que el hombre y la mujer fueron creados diferentes, el matrimonio tendrá muchos problemas. Necesitamos despojarnos de las mentiras que nos susurra la cultura humanista y mundana todos los días y revestirnos de la verdad contenida en la Biblia que es la que nos guiará para tener matrimonios fuertes.

En Génesis 2, vemos en detalle cómo fue la creación de la mujer y podemos entender que Dios crea a la mujer para que complemente al hombre de manera que puedan cumplir el propósito para el cual Él los diseñó. Se requiere de dos personas para ser fructífero y multiplicarse. Por eso Eva fue creada como una ayuda hecha a la medida (idónea) para que Adán pudiera cumplir con el llamado de ser fructífero y multiplicarse. Esto es una bendición de Dios para que cumplan Su propósito. Es interesante que Dios toma materia de un ser (el hombre) para crear otro ser (la mujer) y luego les dice que son una sola carne. Juntos se establecen en una nueva relación con roles distintos y complementarios.

Debemos aprender a apreciar las diferencias existentes entre el hombre y la mujer. El matrimonio no se trata de que mi esposo sea más como yo o que yo sea más como él. Al comprender que somos diferentes para complementarnos, comenzaremos a trabajar como un equipo (una sola carne), en lugar de permitir que las diferencias nos dividan. Nos daremos cuenta de que el rol bíblico del esposo es para el bien del hogar y de la familia, así como el rol bíblico de la esposa. Fueron diseñados para dar fruto y multiplicarse. Una de las labores principales de la pareja bíblica es dar fruto de justicia y multiplicar la fe en sus hijos.  

En una ocasión, alguien me dijo: “Tú eres la sacerdotisa de tu hogar…” Recuerdo que me sentí incómoda a pesar de que, en esa temporada, mi esposo estaba muy envuelto en su trabajo y no asistía a la Iglesia con tanta regularidad. Cuando llegué a mi casa, mi esposo notó mi incomodidad y me preguntó qué me sucedía. Le dije que me habían dicho algo con lo cual no estaba de acuerdo ya que el sacerdote (líder espiritual) del hogar era él. Aunque no me dijo nada en ese momento, luego me confesó que Dios usó esas palabras para hacerlo recapacitar sobre sus prioridades y luego de un tiempo, Dios lo dirigió a que nos preparáramos en los temas de Familia y Matrimonio. Aprendimos a abrazar nuestras diferencias en lugar de pelear a causa de ellas. Practicamos los roles bíblicos en el hogar orando y trabajando cada día para traer gloria a Dios con nuestras vidas a pesar de nuestras imperfecciones con la esperanza puesta en la maravillosa gracia de Cristo. Aceptar el diseño que Dios tenía en mente nos hace fructíferos y eso engrandece Su nombre.

Sé muy bien que la verdad bíblica es contra cultura, y por eso es tan necesario que la proclamemos, de manera que los ojos de mucha gente sean abiertos. Hoy, más que nunca debemos celebrar las diferencias que nos distinguen, celebrar la feminidad y la masculinidad bíblicas con la meta de fortalecer nuestros matrimonios y familias de manera que podamos seguir expandiendo el Evangelio a toda criatura como Jesús nos encomendó.

Fuente del estudio mencionado:
https://www.telegraph.co.uk/news/2024/02/19/men-women-brains-work-differently-scientists-discover

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