La Esposa y la Mentalidad de Cristo

“Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo…” – Filipenses 2:5

En el capítulo dos de Filipenses, el Apóstol Pablo comienza exhortando a la Iglesia a tener la mentalidad de Cristo en sus relaciones con el prójimo. Los anima a vivir en armonía y a dejar atrás el orgullo, mostrando humildad a través de actos de bondad y compasión hacia los demás. Luego, les indica que, para lograrlo, necesitan tener la manera de pesar de Jesucristo.

Como ya se ha mencionado anteriormente, el primer prójimo que tenemos es el esposo. El hogar es el lugar donde Dios nos llama a practicar lo que vamos aprendiendo en Su Palabra. Muchas veces, puede ser el lugar donde más difícil se nos hace, porque el exceso de confianza y la familiaridad nos llevan a “bajar la guardia” y nos descuidamos en el trato de esos prójimos tan importantes y amados que viven bajo nuestro mismo techo. Entonces, ¿cómo podemos reflejar la actitud de Cristo en nuestro hogar? ¿Cómo se muestra la mentalidad de Cristo en el matrimonio?

“No hagan nada por egoísmo 
o por vanagloria,
sino que con actitud humilde
cada uno de ustedes
considere al otro como más importante que a sí mismo…” – Filipenses 2:3

El versículo 3 de Filipenses 2 nos dice que no hagamos las cosas para impresionar a los demás, lo cual es resultado del egoísmo, sino que estimemos a nuestro prójimo con un valor incalculable. En Cristo vemos ese amor desprendido, desinteresado, que buscó el bien de los que necesitábamos redención, antes que su propio bienestar. ¿Cómo se vería esto en nuestro matrimonio? Quizás una de las maneras que podemos hacerlo es servir con amor, sin esperar reconocimiento. Esto puede verse de diferentes maneras en cada hogar, lo importante es cultivar la mentalidad de Cristo en nuestras relaciones familiares. Que Cristo crezca y mi ego disminuya, es el clamor de mi corazón, pues Dios sabe cuán difícil puede ser en ocasiones servir en silencio y que no se reconozca el esfuerzo. Pero pienso en el incomparable amor de Dios por mí, en el sacrificio de su Hijo Jesucristo, en todas las veces que me bendice, me ayuda y me protege sin que ni siquiera me dé cuenta y solo puedo decir que me falta mucho por aprender.

Este pasaje bíblico también nos dice que Jesús adoptó una actitud de humildad, despojándose a sí mismo de su posición para venir al mundo y entregar su vida por la humanidad. Jesús modeló la humildad con su vida y con su muerte la cruz. Se movió primero hacia nosotros para reconciliarnos con Él. Se inclinó a lavar los pies de sus discípulos y les enseñó que había venido a servir. Se sacrificó, siendo inocente para salvarnos de la condenación eterna. Verdaderamente, Él es digno de toda nuestra adoración. Cuando pensamos en ese ejemplo de humildad, necesitamos preguntarnos: ¿Nos movemos hacia la reconciliación cuando hay un desacuerdo con el esposo o retenemos el perdón a causa de nuestro orgullo? ¿Estamos dispuestas a sacrificar el “yo” por amor a la relación? ¿Podemos ejercer mansedumbre hacia los demás, aunque pensemos que no lo merecen?

…quien, siendo por naturaleza Dios,
no consideró el ser igual a Dios
como algo a qué aferrarse.
Por el contrario, se rebajó voluntariamente,
tomando la naturaleza de siervo
y haciéndose semejante a los seres humanos.
Y, al manifestarse como hombre,
se humilló a sí mismo y se hizo obediente
hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!”

Cuando cultivamos la mentalidad de Cristo, vamos aprendiendo a mostrar una actitud como la de Él, sirviendo por amor y con humildad. Como esposa amorosa, puedes buscar formas de servir al esposo a través de actos sencillos de bondad en el diario vivir. Por la gracia de Dios, podremos hacerlo sin esperar ocasiones especiales, sino como una expresión de amor.

Hagamos nuestra esa oración: “Que haya en nosotros la misma actitud que hubo en Cristo Jesús…” Podemos confiar plenamente en que Dios nos ayudará cada día y cuando fallemos, Él nos levantará para que continuemos creciendo en el conocimiento de Su Palabra y poniéndola en práctica.

2 thoughts on “La Esposa y la Mentalidad de Cristo

  1. Un tema muy importante para seguir creciendo. Me encantó la combinación de confrontar con la Palabra, lo que lleva al arrepentimiento y a meditar, y de igual forma se palpa la dulzura y esperanza que se experimenta en el Señor. Muy hermoso y refrescante. ¡Gracias!

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    1. Gracias por su mensaje. Me alegra mucho saber que ha sido edificada por la publicación. Verdaderamente, nuestra esperanza está en Cristo y dejarnos dirigir por su Palabra para seguir creciendo y madurando como esposas, madres, mujeres que sirven a Dios. ¡Bendiciones!

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