“…la mujer pendenciera es gotera constante. La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente es un don del Señor.”
Proverbios 19:13-14 NVI
Ser una esposa inteligente es una meta a la que aspiro y una petición por la cual debo orar a diario. Es un privilegio ser llamada un regalo de Dios, por lo tanto, anhelo que mi vida refleje lo que dice el verso bíblico: “… la esposa inteligente es un don del Señor.” Creo que es un proceso de refinamiento diario en el que vamos madurando, aprendiendo y siendo moldeadas.
Es importante que nos fijemos en la primera parte del versículo bíblico también, en la que habla sobre la mujer pendenciera. “Pendenciera” es un adjetivo que califica a la persona que evidencia una propensión a las peleas y los enfrentamientos. Otras versiones de la Biblia dicen: “esposa regañona”, “esposa peleona” o “busca pleitos”. En el libro de Proverbios se hace mención varias veces sobre lo difícil que es vivir con una esposa rencillosa o “inclinada a las peleas o riñas” (Proverbios 21:9,19, 25:24, 27:15). Cuando la Biblia hace hincapié sobre un tema, es necesario prestar atención. Como esposa, debo considerar la razón por la que la Biblia exhorta varias veces sobre la mujer pendenciera o rencillosa.

Mejor es vivir en un rincón del terrado
que con mujer rencillosa en casa espaciosa. –
Proverbios 21:9
En Puerto Rico, a la esposa peleona le llamamos “cantaletera”, es decir alguien que es propensa a la cantaleta. Y la realidad es que, cuando nos evaluamos honestamente, muchas veces caemos en el mal hábito de la cantaleta y en el pecado de pelear en nuestros hogares. Un hogar en el que abundan la cantaleta, los regaños y la pelea, no es un lugar agradable. Dios nos ha llamado a edificar nuestros hogares, pero cuando actuamos de manera rencillosa, hacemos lo contrario, estamos destruyendo. Hay una advertencia bíblica para que evitemos una actitud de cantaleta en el hogar.
Está claro que fallaremos en el proceso, nos atraparemos a nosotras mismas repitiendo la misma queja una y otra vez, nos “morderemos la lengua” cada vez que nos oigamos iniciar una pelea. Pero, como esposas inteligentes, que somos regalo de Dios para el esposo, podemos acudir a la misericordia divina para hallar gracia y perdón para nuestro pecado. En el proceso vamos aprendiendo que la cantaleta no es comunicación efectiva. Para que tu cónyuge te escuche, debes aprender a comunicarte de manera asertiva y respetuosa. La comunicación sincera y amable puede hacer una gran diferencia en tu matrimonio. Entonces, en lugar de pelear y regañar, elegimos el momento adecuado para dialogar. Cuando algo nos disgusta, podemos expresarlo con asertividad sin faltar el respeto al esposo. La comunicación asertiva es una forma de expresar lo que se piensa o quiere de manera clara y respetuosa, considerando el punto de vista del esposo sin necesidad de ser agresivas.

Abre su boca con sabiduría,
y hay enseñanza de bondad
en su lengua.-
Proverbios 31:26
En Proverbios 31:26 dice que la esposa sabia abre su boca con sabiduría y hay bondad en su hablar. Nuestro llamado es alto y hermoso pues somos regalo de Dios para nuestros hogares. La Biblia también dice que el hombre que encuentra esposa, ha encontrado un tesoro y recibe el favor de Dios (Proverbios 18:22). Cuando conocemos el valor de nuestro llamado, podemos ejercer nuestro rol con la certeza de que Dios nos ayudará en la formación de un carácter como el de Cristo para gloria de Su nombre y que seamos de bendición a nuestras familias.
Muy buena reflexión! Dios les bendiga!
LikeLiked by 1 person
Gracias. Amén.
LikeLike