La Esposa – Renovando el entusiasmo

“Que tu esposa sea una fuente de bendición para ti.

    Alégrate con la esposa de tu juventud.”

Proverbios 5:18

Una de las imágenes que siempre recordaré de la boda de mi hijo son los rostros de él y mi nuera desfilando juntos como esposo y esposa por primera vez. El gozo y el amor irradiaban en sus rostros. Hace varios días, pensando en esto, mi mirada se topó con una foto que tengo en mi habitación del día de mi boda, en la cual mi esposo y yo estamos desfilando por primera vez como esposo y esposa. Es una foto espontánea, natural, y ambos estamos sonriendo con entusiasmo. Esto me llevó a meditar sobre el entusiasmo que producen los nuevos comienzos y lo que puede ocurrir con ese entusiasmo al transcurrir el tiempo.

El matrimonio se edifica día a día. Hay que cuidarse mutuamente, ayudarse el uno al otro, orar el uno por el otro y manifestar el amor de manera que la relación crezca y se fortalezca. Las palabras edificar y entusiasmo, traen a mi mente a Baruc en el libro de Nehemías. El relato de la reconstrucción del muro de Jerusalén detalla que Baruc trabajó con entusiasmo, con fervor, para edificar la parte que le correspondía (Nehemías 3:20). Desde que leí eso me impresionó que, en el escrito del relato se haya detallado el entusiasmo de este hombre para edificar. Es una pausa hecha adrede para destacar su entusiasmo. ¿Qué nos quiere decir Dios con eso? Medito en ello y pienso que Dios nos llama a edificar con entusiasmo. ¿Qué estamos edificando? Parte de lo que edificamos en esta vida es nuestro matrimonio y familia. Es un trabajo arduo y continuo, pero lleno de bendición. Merece ser hecho con entusiasmo.

“Junto a él estaba Baruc, hijo de Zabai, quien reparó con entusiasmo
una sección adicional,
desde el ángulo hasta la puerta de la casa de Eliasib, el sumo sacerdote.” – Nehemías 3:20

El entusiasmo, según el diccionario, es un “sentimiento intenso de exaltación producido por la admiración apasionada de algo o alguien”. Así que como todas las emociones que experimentamos, el entusiasmo puede decaer. Por eso, comenzando este año, procuremos renovar el entusiasmo. En primer lugar, oremos para que nuestro fervor por Dios y Su Palabra se mantenga vivo. En segundo lugar, oremos por un entusiasmo renovado respecto a la edificación de nuestro matrimonio y familia.

La rutina y las tareas ordinarias pueden ser enemigos frecuentes del entusiasmo, pero Dios nos llama continuamente a mantenernos haciendo el bien, a obrar con sabiduría. La mujer virtuosa de Proverbios 31 es otro ejemplo de fervor (“…su lámpara no se apaga.” Proverbios 31:18). Ella se mantiene trabajando por el bienestar de su familia. La Biblia nos enseña que todo lo hagamos sea para Dios, con amor. Cuando recordamos cada día esa enseñanza, podemos entusiasmarnos aun con las tareas rutinarias, podemos disfrutar cada etapa del matrimonio y de la crianza de los hijos.

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres…” – Colosenses 3:23

El entusiasmo o fervor nos lleva a disfrutar lo que Dios nos permite ser y hacer. Ser esposa es un privilegio hermoso que nos permite expresar aspectos maravillosos del carácter de Dios. Que junto al esposo podamos disfrutar de la relación, crecer juntos, conocernos mejor cada día, servir a Dios juntos. Que el entusiasmo esté presente en nuestro matrimonio en cada etapa, tanto si solo llevamos meses como veintisiete años de casados. Ese gozo duradero solo proviene del amor de Dios fluyendo en nuestra relación con el esposo y será transmitido también a los hijos que crecerán en un hogar guiado por Dios. ¡Que sea un Nuevo Año lleno de fervor para cada familia!

2 thoughts on “La Esposa – Renovando el entusiasmo

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