La Esposa en Su Hogar

“Se levanta aun de noche
Y da comida a su familia…” – Proverbios 31:15

El hogar de la esposa virtuosa está bien atendido. Ella se ocupa de cuidar a su familia de la manera que sea necesaria para asegurar su bienestar. En ella vemos una buena disposición para todo lo que hace. La motivación para actuar así, es el amor. El amor que se expresa libre de egoísmo, sin motivaciones escondidas, por el bien de los demás.

Nos ha tocado vivir un tiempo muy singular, en el que cada familia se ha tenido que aislar en sus casas para evitar que continúe el contagio con el COVID-19. Esto provoca que probablemente, muchas familias estén experimentando algo que no es lo acostumbrado. Estar juntos todo el tiempo. La esposa, el esposo, los hijos, todos juntos a la misma vez en la casa.

Está atenta a todo lo que ocurre en su hogar,
y no sufre las consecuencias de la pereza.” –
Proverbios 31:27

Esto puede ser una gran oportunidad para conectar como matrimonio y como familia. Sin embargo, también puede estar lleno de retos. La incertidumbre, el temor de malas noticias, la falta de costumbre de estar juntos todo el tiempo, los hábitos particulares de cada miembro de la familia, entre otras cosas, tienen el potencial de presentar retos que pudieran producir tensión y malestar entre la pareja o con los niños.

¿Cómo lidiamos con esto? Es esencial que tengamos la perspectiva correcta. Miremos los retos como oportunidades para crecer en paciencia, tolerancia y comprensión hacia esos seres que amas tanto. Aprovecha las ocasiones que se te presentan para servir. Habla palabras de fe, ora con tu esposo y con tu familia. Escuchen juntos los mensajes que los Pastores de su Iglesia Local estén transmitiendo para enseñar la Palabra y dar aliento a la congregación.

Cuando enfrenten momentos de tensión, practica el dominio propio que Dios te ha dado, toma un tiempo para calmarte, orar y luego continuar. No permitas que el flujo constante de información negativa sea la norma en tu hogar. Puedes poner pausa a los medios sociales y a la televisión y disfrutar una tarde de lectura, juegos, risas y conversaciones con tu familia. Ocupa tu tiempo en lo que aprovecha para la vida eterna. Lo que siembras en el corazón de tu esposo y de tus hijos tiene trascendencia eternal.

“Sus hijos se levantan
y la llaman bienaventurada,
también su marido, y la alaba diciendo:
Muchas mujeres han obrado con nobleza,
pero tú las superas a todas.” –

Proverbios 31:28-29

En lugar de mirar a tu esposo y a tus hijos como los que interrumpen tu tranquilidad y tu agenda, decide mirarlos con el amor que la esposa virtuosa manifiesta por su familia. Proponte pasar este tiempo cimentada en la gracia de Dios, que es la que te da la fortaleza para lidiar con cada situación. Te darás cuenta de que las quejas disminuirán y que comenzarás a disfrutar mucho más el tiempo que pasas al lado de tu familia. Podrás experimentar lo que es gozar a plenitud de la herencia que el Señor le ha dado a tu esposo y a ti.

La Esposa en Tiempos de Incertidumbre

“No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.” – Proverbios 31:21

Los tiempos de incertidumbre, las situaciones difíciles, las crisis, las pérdidas… son eventos que todas vamos a enfrentar en algún momento de nuestras vidas. La vida conlleva una serie de etapas, algunas serán más placenteras, otras serán parte de la rutina diaria y otras serán duras. Solamente, podemos tener la seguridad de que, en medio de cada momento, Dios ha dicho que no nos desamparará.

En mi país, Puerto Rico, durante estos primeros meses del año han ocurrido sucesos que han causado malestar e incertidumbre en los hogares. Las primeras semanas del año, hubo terremotos, desasosiego por alegaciones de corrupción en el Gobierno, retraso para comenzar el semestre escolar y ahora la amenaza de la pandemia del COVID19. Manejar las emociones causadas por los diferentes sucesos, tanto en nosotras mismas como en los miembros de la familia, filtrar el flujo constante de información que nos llega y lidiar con el diario vivir, puede tornarse sobrecogedor.

Pero al leer el versículo 21 de Proverbios 31, puedo ver algo que quizás antes no había notado. Este versículo habla de seguridad. La esposa virtuosa cuida de su familia de tal manera que están preparados para enfrentar “la nieve” (la incertidumbre). La manera en la que vive esta mujer refleja su confianza en Dios y el amor al prójimo. Hay una abnegación a Dios y a los que le rodean que se puede percibir claramente a través de este pasaje.

“Estas cosas os he hablado
para que en mí tengáis paz.
En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad, yo he vencido al mundo.” – Juan 16:33

En el tiempo de incertidumbre, debemos recordar que estamos llamadas a ser una fuente de bien. Para el esposo, una compañera que colabora para mantener segura a la familia. Orar juntos, compartir la Palabra y llevar a cada miembro del hogar hacia la confianza en Dios. Mantenerse informada (no estresada) y tomar las medidas de seguridad sugeridas por los expertos y por las autoridades.

Tomar un tiempo diario para la oración y la meditación individual es esencial para poder enfrentar los tiempos de incertidumbre. La esposa sabia no descuida su devoción pues sabe que solamente Dios le da la fortaleza necesaria para poder enfrentar las situaciones difíciles.

Sin importar el país en el que te encuentres, puedes tener la seguridad de que el Dios soberano reina sobre cualquier situación. Puedes confiar que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. Enfoca tus pensamientos en lo que realmente tiene valor: amar a Dios y creer en su Palabra; y reflejar Su amor sirviendo y cuidando a tu prójimo. Así es como la esposa virtuosa enfrenta los tiempos de incertidumbre.

“Piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable.
También piensen en lo que tiene alguna virtud,
en lo que es digno de reconocimiento.
Mantengan su mente ocupada en eso.” –
Filipenses 4:8

La Esposa y su Labor

La hermosura es engañosa,la belleza es una ilusión;
¡sólo merece alabanzas la mujer que obedece a Dios!
 ¡Que todo el mundo reconozca los frutos de su esfuerzo!
¡Que todos en la ciudad la alaben por sus acciones!

Proverbios 31:30-31

Una de las cosas más impresionantes de la mujer virtuosa que se describe en Proverbios 31:10-31 es la cantidad de tareas y responsabilidades que ella atiende. Desde el principio, en Génesis, la esposa es llamada a laborar junto a su esposo para administrar la tierra que se les había dado (Génesis 1:28).

La esposa honra a Dios y a su familia con su trabajo (Proverbios 31:28-29). La Biblia dice que hemos sido creadas para hacer las obras que Dios de antemano dispuso para nosotras (Efesios 2:10). La esposa centrada en Cristo, enfocará su esfuerzo en seguir lo que enseña la Palabra de Dios. Esto la ayudará a mantener un equilibrio entre sus tareas diarias, sus relaciones y su vida devocional. La esposa virtuosa no vive centrada en sí misma porque conoce quién la diseñó y para qué la diseñó.

Cuando estudiamos a la mujer virtuosa, podemos observar que ella es diligente y cuidadosa de su tiempo. Atiende bien a su familia, realiza sus tareas, administra sus negocios, sirve al prójimo y cuida sus relaciones cercanas. Las habilidades y capacidades con las que Dios te ha dotado tienen propósito: dan gloria a su nombre y son de bendición para los demás.

Se levantan sus hijos y la llaman
bienaventurada; Y su marido también la alaba:
Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú sobrepasas a todas.
” –
Proverbios 31:28-29

La cultura popular predica un mensaje diferente. Nos exhorta a pensar en nosotras mismas. La realidad es que este tipo de pensamiento nos lleva a sentirnos insatisfechas, a compararnos con otras mujeres, a competir con el esposo. El fin de todo eso es un verdadero desastre en nuestras vidas y en nuestras relaciones.

El llamado de la esposa virtuosa es a alejarse de lo que promueve la cultura popular con todas sus modalidades, y acercarse a Dios para amoldarse a su diseño y a su voluntad, que es buena, agradable y perfecta.

Tampoco estamos llamadas a vivir estresadas por la cantidad de tareas y responsabilidades que tenemos por delante. Esta es una de las luchas que he experimentado durante mi vida, tratando de lograr ser buena esposa, buena madre, buena hija, buena cristiana, buena en mi trabajo. El estrés impide que pueda lograr a cabalidad cualquiera de estas labores porque estoy tratando de sacar fuerzas de mí misma para lograr todo. En lugar de eso, estoy aprendiendo a depender de Dios (y digo aprendiendo porque es un proceso de vida). Para que mi labor como esposa sea conforme al diseño y propósito divino, tengo que depender de Él y nutrirme de su Palabra. Es así que encontraré las fuerzas, la sabiduría y la tenacidad para realizar mi labor con gozo y con la seguridad de que lo estoy haciendo bien porque lo estoy haciendo para Dios.

Tu labor es valiosa, ya sea en el hogar, en la oficina, en el ministerio o en una empresa. Cuando tus prioridades están claras y puedes ejercer balance entre tu vida devocional, tus relaciones, tu trabajo y el servicio, experimentarás plenitud y paz. Eso es mucho mejor que cualquier posición o cantidad de dinero.

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús
para buenas obras,
las cuales Dios dispuso
de antemano a fin de que
las pongamos en práctica.” –
Efesios 2:10

Las Palabras de la Esposa Parte II

“En cambio, hablaremos la verdad con amor
y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia.” – Efesios 4:15

La comunicación es importante para la mayoría de las mujeres. Usualmente, muchas niñas desarrollan el lenguaje con rapidez y demuestran habilidad para expresarse con palabras y para la escritura. Es debido a la importancia que le damos a la comunicación que podemos tener una tendencia a frustrarnos en esta área con nuestros esposos.

Recuerdo que el primer malentendido que surgió entre mi esposo y yo cuando recién casados fue porque quería decirle algo mientras él estaba en otra habitación de la pequeña casa donde vivíamos. El no poder vernos el uno al otro y escuchar mi voz en un tono más elevado por estar en lugares separados, provocó un leve malentendido. Pienso que lo recuerdo porque era necesario aprender la lección de que hay cosas que deben esperar para decirse frente a frente, de modo que el esposo pueda tener el contexto total de tu lenguaje (el tono, el volumen y el lenguaje corporal también son parte del mensaje que quieres transmitir). Cada vez que se me ocurra decir algo importante desde otra habitación, debo recordar esta lección.

Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.” –

Proverbios 31:26

La forma en la que nos dirigimos a nuestro esposo provocará una respuesta. Esta respuesta puede ser positiva o negativa. La Biblia dice de la mujer virtuosa que la “ley de clemencia” esta en su boca. ¿Qué significa esto? Que la manera en la que la mujer virtuosa utiliza sus palabras es con dulzura, benignidad, misericordia, bondad, mansedumbre, piedad.

Habrá momentos en los que entendemos que necesitamos confrontar a nuestro esposo por alguna situación. Debemos asegurarnos de: orar por la situación antes de dialogar, buscar el momento y el lugar indicados, mantener una actitud de humildad, y aplicar la “ley de clemencia” a nuestras palabras. Cuando en lugar de hacer esto, nos dejamos llevar por el enojo o la frustración, podemos caer en conductas irrespetuosas como la gritería y la cantaleta. Alguien dijo una vez: “puedes tener la razón, pero estar equivocada a los gritos.” La cantaleta es otra conducta que nos aleja de nuestras familias. Proverbios 21:9 dice: “Es mejor vivir solo en un rincón de la azotea que en una casa preciosa con una esposa que busca pleitos.”

La esposa que busca hacer la voluntad de Dios está dispuesta a aprender cada día para crecer y que su matrimonio pueda reflejar el amor de Cristo y su Iglesia. Es una mujer sabia que no se escuda detrás de la verdad para lastimar a los demás, sino que expresa la verdad con amor y respeto.

El crecimiento es algo continuo. Llevo 25 años de casada y sigo aprendiendo sobre mi esposo y sobre el matrimonio. De vez en cuando, recuerdo a propósito lecciones que he aprendido a lo largo del tiempo sobre la comunicación porque sé que necesito mantenerme alerta y cuidar esta área, de manera que mis palabras edifiquen en lugar de destruir, acerquen en lugar de alejar, apacigüen en lugar de enardecer.

“Sean gratas las palabras de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Señor,
roca mía y redentor mío.”
– Salmo 19:4

Las Palabras de la Esposa

Abre su boca con sabiduría,
Y hay enseñanza de bondad en su lengua.

Proverbios 31:26

La mujer virtuosa de la que nos habla Proverbios 31 es una esposa que vive en armonía, cultiva la belleza incorruptible y practica el dominio propio en su vida diaria. El versículo 26 nos declara que esta esposa cuida sus palabras, pues habla con sabiduría y su tono es de bondad. Esta esposa virtuosa no es un “ideal inalcanzable”, sino que es una mujer que conoce y respeta su identidad, su propósito, y esto se refleja en todo lo que ella hace y dice.

Una de las áreas con las que más luchamos las mujeres es con lo que decimos y cómo lo decimos. Al evaluar mis palabras diariamente, puedo darme cuenta de que muchas veces no he hablado con sabiduría ni mi tono ha sido bondadoso. La enseñanza bíblica me redarguye y me doy cuenta de que necesito crecer. ¡Cuántas veces nos dejamos llevar por nuestras emociones y dejamos que nuestras palabras fluyan sin atravesar el filtro adecuado! ¡Cuántas veces el tono de lo que hablamos refleja sarcasmo, fastidio, frustración y falta de respeto! Pero nada ganamos con sentirnos culpables al acostarnos y volver al mismo patrón al día siguiente. Necesitamos comenzar a actuar de acuerdo a la manera que hemos sido llamadas. Dios nos ha llamado a ejercer dominio propio y El nos ha dado lo que necesitamos para lograrlo (“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” – 2 Timoteo 1:7).

“En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia.” – Efesios 4:15

Cuando hablamos, comunicamos no solamente con nuestras palabras. Nuestros gestos y nuestro tono también están llevando un mensaje a la persona con la que estamos conversando. Es necesario que tengamos estos detalles en mente y que oremos para que Dios nos ayude a hablar sabiamente, pasando lo que decimos por el filtro de la verdad y de la bondad.

Como esposas, la persona con la cual más interactuamos a diario es con nuestros esposos. La comunicación es muy importante para la gran mayoría de las mujeres. Si las palabras que dirigimos hacia nuestros esposos estan cargadas de un tono desagradable, les desalentaremos en lugar de motivarlos a comunicarse más activamente. Pero cuando traemos a memoria que la Biblia llama a la esposa un tesoro que le da bien a su esposo todos los días; cuando nos esforzamos por cultivar la belleza incorruptible, podemos vivir en armonía, confiando en Dios para que nuestras palabras sean llenas de sabiduría y bondad. Esto nos brindará la oportunidad de que la comunicación matrimonial crezca y sea cada vez más saludable.

No olvidemos que este proceso de crecer como esposas virtuosas es un día a la vez. Depositemos en Dios nuestra confianza. Orar y profundizar en la Palabra de Dios nos llenará de nuevas fuerzas y aumentará no solo nuestra belleza incorruptible, sino también la sabiduría y la bondad en nuestras conversaciones.

La belleza de La Esposa

Al concluir la publicación de la semana pasada, se incluyó un pasaje de la primera carta del apóstol Pedro, el cual habla de la belleza incorruptible de la esposa.

“Que la belleza de ustedes no sea la externa,
que consiste en adornos tales como peinados ostentosos,
joyas de oro y vestidos lujosos. 
Que su belleza sea más bien la incorruptible,
la que procede de lo íntimo del corazón
y consiste en un espíritu suave y apacible.
Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios.” 1 Pedro 3: 3-4

Cuando leemos el relato bíblico de la creación podemos percibir belleza, pero es una belleza profunda que va más allá de lo que podemos ver. Hay belleza en el diseño, el detalle y el cuidado de Dios al ir creando cada lugar y cada criatura. Hay belleza en la forma en que hizo caer a Adán en un sueño profundo para crear a Eva y presentársela como su esposa y compañera idónea. La armonía de la relación de este matrimonio antes de caída, también nos habla de belleza. La belleza de Eva no necesitaba de nada externo (Génesis 2:25).

Es a esa belleza a la que somos exhortadas a retornar; la belleza que no se afana por lo externo, sino que irradia desde el interior. Para cultivar la belleza incorruptible necesitamos buscar continuamente a Dios, nutrirnos de su Palabra, permitir que nos muestre su plan para nuestras vidas. Cuando dedicamos nuestro mayor esfuerzo a la belleza incorruptible, nuestro espíritu suave y apacible sale a relucir en nuestras relaciones. Nuestros esposos encontrarán en nosotras un atractivo que va mucho más allá de lo físico.

¡Qué maravilloso es saber que tu esposo te puede ver en “tus peores momentos” y aun así, encontrarte hermosa! Es una bendición despertar con una sonrisa porque has cultivado la belleza interior, en lugar de despertar con un gruñido porque te has afanado por las cosas externas de la vida.

Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.
” –
Proverbios 31:25

La mujer virtuosa descrita en Proverbios 31, se viste de fuerza y honor. Estas son características que se destacan de la belleza interior. Una mujer que descubre su identidad en la Palabra de Dios, llega a ser una esposa hermosa. Puede mirar hacia el futuro de su hogar con seguridad porque confía en un Dios soberano, cuyos planes son siempre mejores que los suyos.

El camino hacia la belleza incorruptible es un proceso en el cual seremos tranformadas. Tendremos que lidiar a menudo con nuestros malos hábitos, conductas pecaminosas y faltas de carácter, pero la buena noticia es que no estaremos solas, Dios estará con nosotras en cada paso del camino. La única fuente de belleza incorruptible se encuentra en Él (“Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.” – Juan 6:68).

Una esposa que enfoca su mirada en lo incorruptible, comienza a desarrollar dominio propio sobre su vida y eso le da la capacidad de cuidar sus relaciones, su desempeño, su salud y su aspecto físico. Así que, recordemos siempre cual es la belleza que tiene verdadero valor ante Dios, porque esa es la belleza que estamos llamadas a perseguir.

“Porque no nos ha dado Dios
espíritu de cobardía,
sino de poder, de amor
y de dominio propio.” – 2 Timoteo 1:7

La Esposa en Armonía

La esposa fue creada como respuesta a la necesidad de compañía del hombre. Cada día de la creación, al terminar su obra, Dios había declarado que lo que había hecho era bueno. Pero cuando vio al hombre solo, declaró que no era bueno que el hombre estuviera solo. Pero ya Dios tenía la respuesta: la creación de la mujer, la esposa, ayuda idónea, compañía para el hombre. Ambos tendrían un propósito y una misión que cumplir juntos.

Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.Génesis 2:24

Una vez la mujer es creada y es revelada ante los ojos del hombre, éste inmediatamente entiende que su necesidad de compañía ha sido suplida por Dios. Se establece así la unión de sus vidas en matrimonio (Génesis 2:24). El capítulo dos de Génesis termina diciendo que ambos, esposo y eposa, estaban desnudos y ninguno sentía vergüenza. Esto nos habla de armonía y transparencia. Existía una relación armoniosa entre el esposo y la esposa, podían dialogar con honestidad y disfrutar de la mutua companía sin las complejidades que vendrían luego de la caída. Ninguno tenía que aparentar algo que no era. Vivían en armonía.

La esposa en armonía no necesitaba títulos universitarios ni profesionales, no necesitaba estatus social, no necesitaba ropa de última moda, no necesitaba competir con su esposo. Nada de eso definía su valor o su identidad. Dios, el Creador, la diseñó con todo lo necesario para vivir en paz y cumplir su propósito junto a su esposo.

El pecado lastimó gravemente la relación entre el hombre y la mujer. También dañó la imagen de la mujer y la desvió de la intención de Dios al crearla. La mujer, la esposa, conforme al diseño de Dios, sigue siendo valiosa, de gran estima. Dios nos ama sin necesidad de que obtengamos títulos universitarios o altas posiciones profesionales. El nos ama sin importar si nuestro atuendo está pasado de moda. Nos ama porque nos creó con características que reflejan su carácter y que han de mostrar a otros su maravillosa gracia.

“Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. 
Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible.
Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios.” – 1 Pedro 3:3-4

Podemos volver a vivir en armonía. No tenemos que seguir viviendo en la vorágine de la cultura, de la pautas establecidas por una sociedad caída. Podemos regresar a la Palabra de Dios, al diseño original y encontrar allí la sabiduría necesaria para enfrentar nuestra realidad actual, sin tener que vivir estresadas, sino con la serenidad que brinda el saber que somos amadas por Dios y que nuestras vidas, nuestros matrimonios, nuestras familias están en sus manos.

La Esposa

En primer lugar, deseo agradecer el apoyo que ha estado recibiendo la primera publicación del Blog La Esposa. La meta a corto plazo es realizar una publicación semanal. Seguiré orando por las metas a largo plazo y agradezco a todas aquellas que se unan conmigo en oración.

“…mas para Adán no se encontró una ayuda que fuera idónea para él.” Génesis 2:20

¿Qué es una Esposa?

La esposa llega como respuesta a la necesidad de compañía del hombre. En el relato que podemos leer en Génesis capítulo dos, versículos dieciocho al veinticuatro, vemos que Dios declaró que no era bueno que el hombre estuviera solo. Cuando leas el relato en la porción bíblica, fíjate que Dios no crea inmediatamente a la mujer, sino que forma a los animales y a las aves; y le da instrucciones al hombre para que les ponga nombres. Y luego la Biblia repite que no se había encontrado ayuda idónea para el hombre. Entonces es que Dios hace caer a Adán en un sueño profundo para crear a la mujer.

Es interesante notar que Dios le permitió al hombre darse cuenta de que necesitaba compañía a través de la tarea de nombrar lo animales y notar que cada uno tenía su pareja. Así que, una vez que Adán también se ha dado cuenta de su necesidad, Dios obra para suplirla. La esposa es un regalo de Dios, una ayuda. La palabra que se utiliza para ayuda en el texto bíblico cuando se refiere a la mujer como ayuda idónea es la misma palabra que en otras partes de la Biblia se usa para describir a Dios como ayudador (Salmo 33:20). Por lo tanto, podemos entender que el diseño de la mujer refleja el aspecto de “ayudar” que proviene del carácter de Dios. 

En la publicación anterior, recalcamos que según la enseñanza de Proverbios 31, la esposa es una fuente de bien y que, también en otra parte del libro de Proverbios es llamada un tesoro. La esposa es lo que Dios visualizó como compañía para el hombre, es ayuda idónea, reflejando parte del carácter de Dios; ella es un tesoro, es fuente de bien y no de mal. La esposa es complemento, es reflejo del diseño divino. En un mundo que menosprecia el rol de esposa y madre, necesitamos conocer las verdades bíblicas sobre nuestra identidad como esposas y madres para vivir conforme a la Palabra, dando gloria a Dios, el dueño de nuestro diseño.

“Y el Señor Dios dijo:
No es bueno que el hombre esté solo;
le haré una ayuda idónea.” Génesis 2:18

Para encontrar la definición de esposa, necesitamos ir al origen, necesitamos ir al Creador. El que nos diseñó es el único que nos puede enseñar verdaderamente nuestro propósito. Te invito a profundizar en la Biblia, la Palabra de Dios, para que descubras el maravilloso diseño de Dios para ti.

Por años, he estado aprendiendo en la Biblia lo que significa ser una esposa, y tengo que testificar que es una fuente inagotable de bendición, de sabiduría y conocimiento para mi vida. Me redarguye, me advierte, me exhorta cuando estoy equivocada, porque definitivamente no soy la esposa perfecta. Pero también me anima, me sustenta y me alienta para continuar creciendo y buscando acercarme cada vez mas al diseño de mi Padre. Tengo la seguridad de que para ti será una experiencia no solo enriquecedora, sino transformadora.

Familias Efectivas

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La Esposa


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Un poco sobre mí

Siempre me ha gustado escribir, pero al pasar el tiempo, diferentes proyectos ocuparon mi atención y me mantuve esperando el momento adecuado. Varios meses después de pensar y orar sobre el asunto, he decidido lanzar este proyecto que ha estado en mi corazón. Me deleita aprender sobre relaciones y escribir sobre el tema. La experiencia de años como consejera prematrimonial y matrimonial junto a mi esposo me han enseñado que cada relación es única pero que las verdades y principios de la Biblia aplicados de manera práctica son una fuente de éxito en las relaciones. Estaré compartiendo con ustedes sobre los valores que no solo han impactado mi vida, sino que han transformado relaciones.

Proverbios 31:12 dice –

“Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida.”

Este verso de Proverbios 31 es uno de los mas que me han impactado a lo largo de mi vida matrimonial. La esposa es fuente de bien. Otro verso en Proverbios dice que “El que halla esposa halla algo bueno y alcanza el favor del Señor.” (18:24)

Ser esposa es algo bueno, es una bendición. Descubrir cual es el diseño de Dios para la esposa es esencial para entender razón por la cual somos llamadas “fuente de bien”. Creo que estamos llamadas a disfrutar el rol de esposas y todo lo que eso implica. ¿Es esto desafiante? Por supuesto que lo es. Cuando lees y estudias Proverbios 31:10-31, uno de los pensamientos que pueden llegar a tu mente es como será posible llegar a ser una mujer virtuosa como la que se describe allí. Es más, tomando en consideración solamente el versículo 12, nos podemos preguntar: ¿Como se supone que yo sea una fuente de bien para mi esposo todos los días de su vida? Tan solo considerar eso, parece algo sumamente sobrecogedor.

Sin embargo, podemos ver que el texto dice: “todos los días”. Piénsalo como “cada día”, “un día a la vez”. Me llama la atención que no dice “toda la vida”, sino “todos los días de su vida”. Es paso a paso, una meta diaria: ser una fuente de bien para mi esposo.  Algunos días será más fácil, otros días será un reto. Pero debemos recordar siempre lo que dice la Palabra: que una esposa conforme al diseño divino es algo bueno, que una esposa es fuente de bien y no de mal. Hacer memoria de estas verdades bíblicas nos ayuda en nuestra debilidad, cuando nuestras emociones están descontroladas, cuando las circunstancias son adversas, cuando nos sentimos inadecuadas; en cada momento de dificultad, estas palabras te brindarán esperanza.

Así que, dos cosas para recordar: como esposa, eres llamada una fuente de bien y, eso se logra un día a la vez.

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Eunice Cáceres-Molina es Consejera Matrimonial Certificada por el Programa Prepare-Enrich. Ella y su esposo Christopher Molina han estado trabajando con matrimonios y parejas prematrimoniales desde hace más de quince años. Residen en Quebradillas, Puerto Rico junto a sus hijos Yahdiel Iván y Christina Nicole.